viernes, 8 de febrero de 2008

Soneto del espécimen


(Haga clic encima de las viñetas para agrandarlas)




Un poema amoroso para belleza,

con cariño del espécimen Dardo

que por torpe le decimos petardo

por haber ofendido a la realeza.

El misógino se expresa en torpeza,

es tan espeso como un anacardo;

sinceramente, más parece cardo;

su discurso más bien es extrañeza.

¡Sacuda al espécimen con ilusión!.

¡Con justicia abatánele, Legolás!.

¡Déle, déle a este mastuerzo con fruición!.

¡No se apure, es irrompible Plexiglás!

¡Es falso como la novela de ficción!

Por eso no tenga piedad, Legolás.

5 comentarios:

Freia dijo...

Jajajajá y requetejá. Espero que después de este post, Leg se dé por desagraviada.
Así que de Plexiglás ¿eh?... Pues los dardos de ese material se clavan poco o nada, amén de que el susodicho material es casi tan antiguo como su dilecto abrigo.
Castos ósculos al dardo pardo petardo y cardo... de plexiglás.

ybris dijo...

No hay mejor que un soneto para desagraviar hasta donde no ha habido más agravio que -a mi entender- el sincero afecto que olvida la cara amarga de ciertas palabras cuando se las ve desde otro lado.

Un abrazo

Blanca dijo...

¿Tu un cardo petardo de plexiglás? Pero que engañada me tenías... yo que pensaba que eras un osito de peluche...

Rocío Rico dijo...

Jajajajajaja...
Veeeeeenga, vaaaaaaaale.
Yes imposible, Dardo.

¿El soneto es solo para mí? jeje.

;-)

(Lo del petardo de plexiglás es sólo un disfraz que el muy puñetero se empeña en ponerse constantemente... él sabrá porqué)

Gemma dijo...

Si es que se veía venir: buenísina la rima de plexiglás-Legolás.

¿Puedo yo también reírme un rato?

Jajajajajajajajajajajajajajajjajajajjjajajajajjajajajajajaja...