Botadura del Acorazado Deustschland. 19-05-1931. Primero de su clase. Intervienen el Canciller Dr. Brüning y el Presidente Paul von Hindenburg.
Hoy hace 71 años que la ciudad de Almería fue bombardeada por una flotilla alemana compuesta de cinco embarcaciones (el acorazado Admiral Scheer y cuatro destructores). La Universidad de Almería se ha hecho eco de esta rememoración.
Acorazado Admiral Scheer
Esta operación militar de castigo es la reacción por los ataques perpetrados por la marina y aviación de la República española los días 24 y 29 de mayo de 1937 sobre el acorazado Deustschland, y que constaron la vida a 31 tripulantes y provocaron 110 heridos. El historiador Hugh Tomas sostiene la teoría de que fue confundido con el crucero Canarias. ¿Pero persistió la confusión en los dos días?.
Sea así o no; lo cierto es que este incidente republicano estuvo en la causa del señalado bombardeo costero. Además la ciudad tenía el aliciente de tener atracado en su puerto al acorazado Jaime I. Buque que inmediatamente marchó a refugiarse al arsenal de Cartagena; con lo que la ciudad quedó protegida simplemente con algunas baterías de costa de menor alcance que los obuses alemanes y con completa ausencia de cobertura área republicana.
Así narraba los sucesos el comandante de marina republicano de la Ciudad: Sobre las 5,30 de la madrugada fui avisado de que por la parte de Cartagena venían un acorazado y cuatro destructores de nacionalidad alemana. A las 5,45 los buques ponían proa hacia este puerto, señalándose una distancia de 20.000 metros. Los barcos continuaron avanzando y a una distancia de 12 kilómetros, aproximadamente, observada por telémetro desde las baterías de costa, rompieron el fuego sin notificación o aviso sobre la población de Almería, sin perseguir dentro de ella objetivo alguno concreto, pues sembraron de proyectiles todo el casco de la ciudad, calculándose unos doscientos los disparos hechos. La batería de costa contestó al fuego de la escuadra, la cual se alejó lanzando una columna de humo. El observatorio de la batería distinguió perfectamente los colores de la bandera alemana de los buques agresores.Estos hicieron su entrada por Cabo de Gata hasta la altura de Roquetas, donde viraron para acercarse a Almería, poniéndose en línea de combate y cruzando la bahía.Al retirarse lo hicieron también por Cabo de Gata rumbo a Levante. Se han derrumbado varios edificios, habiendo muertos y heridos, cuyo número no se puede todavía fijar. En este momento comienzan las labores de desescombro.
El número de muertos coincide con el de los tripulantes alemanes fallecidos a bordo del Deutschland. El número de heridos sin calcular. Esto aceleró un plan municipal para construir refugios que albergaran al 75% de la población. Este era el plan de guerra republicano. Estaba así claro en mayo de 1937 que la guerra la daban por perdida.
Dicen que la realidad supera a la ficción. La blogosfera tiene algo de imaginario. La mayoría no nos conocemos. De alguna manera con nuestra alma, y no sé si cierta clarividencia, seguramente nos representamos o idealizamos mutuamente. Viene esto a cuento de la generosidad de muchos de sus participantes. No me es posible leer todo de todos. He basculado en los últimos tiempos por ser algo sentimental y/o emocional, y esto me ha llevado a concentrarme sólo en los primeros jardínes recorridos hace ahora como un año. No sé. Pienso que debemos reivindicar la tertulia de amigos; ahora que tan necesitados estamos de signos de identidad nacionales y los vamos a buscar en ontologías intangibles donde ciertamente existen divergencias tangibles. ¿Por qué no tomamos un sendero más corto y agradable?, ¿por qué no hacemos así apología de este ser de lo español: la tertulia?. Sin duda una "esencia" en la que creo que podemos hallar todos un punto de encuentro pacífico. Un joven amigo que como tal es toda una esperanza cargada de futuro me ha propuesto un meme donde me pide que le cite tres libros que me hayan formado como lector y persona. Es arriesgado citar sólo tres libros; pues sinceramente son muchos los libros que nos han hecho en ambos aspectos; muchos los que nos han epatado. Pero vamos a ello. Aquí va mi trípode délfico en que como sacerdote de Apolo doy la respuesta a este gentil amigo: Primera pata: "La Sagrada Biblia". Sin duda para nuestro editor que escribe una entrada irónica ("Iglesia versus física cuántica") a propósito del relativismo denunciado por Ratzinger le pueda hacer sonreir. Algunos somos así de sencillos. Pero tengo que decir algo: En esto los católicos tenemos mucho que aprender de los protestantes y reformadores en general. Estos últimos han hecho de la lectura bíblica un alimento consolador y nosotros los católicos hemos estado más pendientes de las leyes, mandamientos y de identificar fe e Iglesia. Lo que con frecuencia ha sido tachado vulgarmente de falta de sinceridad. Pero sin duda este conjunto de libros (biblia) ha cambiado (¿convertido?) a muchas personas a lo largo de los siglos. Encontramos entre ellos también alguna novela piadosa de lo más delicado: el libro de Tobías. "Guárdate de hacer jamás a otro lo que no quisieras que otro te hiciese a ti" -dice Tobías a su hijo-. Esto veinte siglos antes que la ética formal de Kant. Segunda pata: "Crimen y castigo" de F.Dostoyevski. El personaje Raskolnikov es el arquetipo del nihilismo. Del abismo del mal. Del corazón perverso. De la mente que teoriza que su acto criminal no es tal porque la vieja usurera era un gusano inútil, innoble, nocivo. Que el puro poder es la razón de este mundo. Por eso matar a alguien es simplemente atreverse: el móvil de probarse uno asímismo que es poderoso. Una experiencia de poder. Es un viaje al espanto del que sólo se recupera uno con el amor (el amor de Sonia). Y tercera pata: "La guerra del fin del mundo" de M.Vargas Llosa. Creo que es una lúcida novela que conjura contra todos los mesianismos políticos. Contra todas las idolatrías políticas. Un grito de racionalidad en un contexto de un continente desgarrado por el iluminismo político. Hay más. Muchos más. A veces "simples" poemas que se te meten en el alma y el corazón y te contagian esperanza. Pero con esto doy por concluido el meme, e invito a los demás en general a que se atrevan a seguir este simpático guiño.
Mi querida C. me ha recordado una entrada prometida acerca de mi pasión (que también es suya) sobre el cine. ¿Cómo lo diría?. Mi infancia son recuerdos de un cine de verano. Una terraza de cine tan típica por estos lares que era propiedad de mis abuelos paternos. El cine se denominaba Terraza San Roque y estaba sito en la calle Mariposa del popular barrio de Pescadería; sin embargo era conocido en toda la ciudad por El Jurelico.
Merece la pena hacer una breve semblanza de este establecimiento. No es que mis abuelos paternos se dedicaran al cine. Lo cierto es que en su origen la terraza era un gran patio para albergar a los carruajes y bestias de carga del negocio de transporte del patriarca, floreciente antes de la guerra y que con las requisas que después vinieron completamente arruinado. Por vicisitudes de la vida quiso la fortuna que desaparecidos los carros y los mulos tras la guerra, mi otro abuelo materno (industrial del pescado) solicitara arrendar los terrenos para el secado del jurel. También quiso el destino que los vecinos protestaran por el desagrable olor a pescado seco. Y ambas circunstancias: la ruina del negocio primigenio y la imposibilidad del arriendo para secadero de pescado, hicieron que mi abuelo paterno se decidiera a alquilarlo para cine de verano a un conocido exhibidor local. Pero a ambas familias (paterna y materna) las consolidó el jurel.
Por eso he dicho que mi niñez son (rememorando ese giro del gran y bueno de don Antonio Machado) recuerdos de una terraza de cine de verano. Yo tenía la ventaja (como fácilmente pueden comprender) de ver el cinede gañote. En aquellos años no miraba mucho la calidad de las películas. Simplemente me quedaba extasiado contemplando que la enorme pared blanca cobrara vida ya sea con el malo de Fumanchú o con el justicero del Zorro. Me llamaba también la atención el Nodo y ver como doña Carmen Polo visitaba Galerías Preciados.Desde entonces tengo esa morbosa pasión por los grandes comercios atestados de rutilantes mercancías. Y es que las flamantes imágenes del Nodo parecían pertenecer al género de ciencia-ficción en relación con el barrio. Me permitirán que haga también una pequeña semblanza del arrabal económico de Pescadería dentro en lo físico pero fuera en lo económico de la ciudad de Almería. Un suburbio deprimido en una ciudad del Tercer Mundo. Almería estaba entonces en el puesto nacional número 40 en el nivel de ingresos pér capita. No eran desconocidas enfermedades como la lepra o el tracoma. La parte alta del distrito, en la ladera de la propia Sierra de Gador que corta la expansión urbana por el suroeste, estaba habitada por los más desheredados entre los pobres: una población gitana principalmente cuyo hábitat lo constituían chabolas o cuevas horadadas en las propias estribaciones de la montaña. Tanta miseria económica a la fuerza provocó que en el ghetto hubiera una verdadera conciencia obrera. Justo enfrente de la terraza de verano teníamos la sede clandestina del movimiento obrero más radical y de ultraizquierda de toda la provincia; que en los años venideros iba a poner en jaque a las autoridades locales durante la transición con las huelgas de pescadores ( PC -Unidad Roja; posteriormente Unión Comunista-Comités Obreros-Plataformas de Lucha Obrera ).
Pero vayamos al cine, que es el propósito de esta entrada. Piensen su fisonomía. Nada más entrar nos encontrábamos el ambigú de tercera. Recuerdo unas gaseosas que sólo sabían a sal y a bicarbonato. Los retretes simplemente espantosos: placas turcas. Un impresionante salón sin cubierta con sillas de anea. Era normal ver a la gente llevar un cojín tanto para no mancharse como para estar más cómoda. No era infrecuente que hubiera problemas de enfoque; de quemarse uno de los carbones de la máquina de 36mm, etc. Esto era celebrado por el personal con general algarabía. Recuerden que en aquellos tiempos (años 60) todavía estaba prohibido el derecho de reunión y manifestación. Pero al final todas, todos, sucumbíamos al milagro que nos evadía de nuestro ser y nos transportaba a otros universos. Sin embargo este ver el cine de gañote tenía un peaje. Para entrar gratis yo tenía que acceder por la casa de mi tía María. Una solterona desaliñada con cabeza en forma de pera, que era una auténtica Gorgona. Sin embargo tanto me quería la pobre de mi tía, que cada vez que me cogía me estampaba dos besos que eran dos ventosas sobre mis carrilos. Mejillas que sufrían primero un vacío y después algo de saliva de este monstruo familiar. Así que con los mofletes rojos; intentando secarme la humedad de mis cachetes con las palmas de mis manos; me preguntaba cabreado a mi mismo más de una vez que mucho me debía gustar el cine para sufrir este tránsito.
La Sra. Vicepresidenta, Dª.María Teresa Fdez. de la Vega, ha señalado a próposito del episodio de terrorismo marítimo en el Golfo de Adén que la piratería en el mar debe ser perseguida con más rigor. Y sin embargo las noticias que nos llegan son justo de lo contrario: que se ha pagado un rescate de más de un millón de euros fruto de la negociación con los piratas. ¿Qué se entiende con la expresión más rigor?. ¿Operaciones de castigo contra las bases piratas y control de policía sobre las embarcaciones sospechosas que surcan esos mares infectados de nuevos filibusteros?. ¿O más rigor es negociar desde mejor posición?.
A nadie se le oculta que estamos en lo de siempre. Quien se que quedara con lo declarado por la Vicepresidenta (el propósito de establecer poco más o menos que una especie de proconsulado internacional de los mares con mando supremo en la ONU con el fin de castigar las acciones de terrorismo marítimo) tendría una visión errónea de la realidad fruto de esa pretensión a enmascarar lo acontecido con lo pretendido y gestual. Se ha impuesto el tabú sobre lo pagado como rescate. No se quiere correr el riesgo de que se acuse a este Gobierno de débil y poco firme. Y lo cierto es que pagar un rescate es fruto de debilidad, es además irresponsable y presuntamente delictivo porque fomenta futuras acciones criminales y está tipifcado como colaboración con bandas armadas la mediación económica (art. 576 C.P.) Pero que quieren que les diga. Lo que más me ha sorprendido es oir en la televisión a una hija de los secuestrados reducidos como en la piratería antigua a pura esclavitud entender al pueblo de Somalia (confundiendo este todo por la parte -que serían los piratas- y solidarizarse con ellos). ¡Pues oiga; Vds. mismos!. Con estos ciudadanos tan faltos de coraje sólo nos queda que nos pongan un yugo como los bueyes. O sea que los contribuyentes españoles han de pasar por el peaje de asumir la prima de riesgo que supone pescar o transistar por esas aguas. No cabe duda que con estas miras tan mentecatas instaladas en parte de la opinión es fácil esperar estos desenlaces por parte de nuestras autoridades. La libertad nunca se ha conseguido claudicando sino luchando.
La piratería es tan antigua como el propio comercio. Leí de un famoso estudioso de la historia antigua que se atribuye a los antiquísimos piratas etruscos la invención del garfio de abordaje (siglo VI a.C.). En las sociedades antiguas, civilizaciones esclavistas, el objeto de los piratas lo constituían aparte de las mercancías, sobretodo las mismas personas. Con el transcurso de los tiempos la piratería, suprimidos los mercados de esclavos al verse esto como atávico, se centró en el propio flete de las naves. Pero con los nuevos estados fallidos de la contemporaneidad vuelven estos atavismos: el secuestro para rescate como principal motor de la rapiña. Y si los dejaran, como en el malogrado Chad, volverían los mercados de esclavos. Sí. Necesitamos más rigor. Más rigor de pensamiento y de decisión si queremos ser un país libre.
A Leopoldo von Ranke se le considera el padre del saber histórico científico. En su pretensión de hacer una historia apolítica echó manos de la filología como herramienta de la ciencia histórica. La pretensión de Ranke se cristalizaba en un dogma: sine ira et studio. Que la historia debe hacerse sin odio y sin amor. ¿Es esto una quimera?. Parece que sí.
Muy pronto un contemporáneo y sucesor suyo, el gran Teodoro Mommsen, le señaló que ese dogma era inaceptable. Que cada generación reconstruye significativamente el pasado. Que ve con gafas nuevas lo anterior. Y así el gran Mommsen procede a escribir una monumental Historia de Roma desde una visión liberal que era precisamente el ideario político de la segunda mitad del siglo XIX. Luego asistiremos a ver todo esto en clave de lucha de clases.
Así que de una historia sine ira et studio pasamos a otra cum ira et studio. Esta sería la tarea del historiador: contextualizar el pasado en nuestro presente. Algo que puede ser pedagógico ciertamente; pero si a esto unimos las decisiones de la política tendremos servido un cocktail especial que contradiría una mínima exigencia científica.
Freia http://variacionesgoldberg.blogspot.com/ y Gonover http://elrincondesordenado.blogspot.com/ me han galardonado con el premio que aparece arriba. Aunque sé que se hace con buena intención; es lo cierto que me suelen incomodar los halagos de tan taciturno que me he vuelto con el paso del tiempo. Es algo así como que uno espera poco y cuando lo encuentra se siente abrumado por cualquier muestra de afecto.
Pero, ¡qué diantres!, es que me lo merezco (hace ya décadas que no tengo abuelos les tengo que decir). Y cada día estoy más regalado conmigo mismo. No escatimo a la hora de procurarme una vida lo más cómoda y mimada posible dentro de mi sencillez.
Por eso quiero agradecer a mi querida Freia esa mención. Sé que lo ha hecho con cariño. Por eso la correspondo nombrándola Gentil coquelicot,y dedicándole esta canción francesa que lleva por nombre Linda amapola. Y es que nuestra proletaria Condesa es roja, feminista y linda. Por eso la cancioncilla le va que ni pintada. Porque va de una mujer que le dice a una linda amapola que ha bajado a su jardín a recolectar romero; pero que apenas recogidas tres briznas se le posa un ruiseñor que le da tres consejos: que los hombres no valen nada; todavía menos los mozos; pero que las mujeres -aunque a las de alta alcurnia las excluye- valen mucho.
Y la gratitud también va dirigida a Gonover para que me avise cuando pierda el paso de mis esencias democristianas y las halle por su rincón desordenado. Así que ¡Au pas, camarade!,