jueves, 4 de octubre de 2007

Mi Cabo de Gata

Mapa de Almería. Zona sudoeste o Levante sur.


La primera vez que fui al Cabo de Gata tendría unos diez años; recuerdo que no quería salir del agua y mis tatas tuvieron que subirse las faldas para sacarme. Menudo espectáculo. Yo creo que cosas así me han vuelto algo misógino. Ver dos fajas armadas con corchetes avanzando hacia ti es toda una declaración de guerra naval. Me llevé dos pescozones y dos pellizcos, que oigan ni la artesanía de las monjas hubiera podido superarlos (pues estas entrañables arpías eran clónicas y estereofónicas para todo).
Comoquiera que me enfadé bastante, me metí otra vez hasta donde no me pudieran asir; tal es así que casi estuve a punto de ahogarme por una mala corriente. Ellas fuera de sí como en un aquelarre. Yo que no sabía si era mejor quedarse sin fuerzas en el agua o que este par de nigrománticas terminaran de rematar la faena conmigo. De tan asustadas que estaban sólo me castigaron sin playa durante esa jornada y con la sentencia de que jamás me llevarían de excursión el resto de sus vidas (debían de padecer amnesia porque al domingo siguiente me volvieron a recoger). Seguía cabreado y claro no me resguardé del sol por no ponerme contiguo a mis guardianas. Resultado: me puse rojo como un cangrejo y me aburrí como una ostra.

Al caer la tarde volvimos a la capital (unos 30 kilómetros) en el Seat 600 naranja con aire acondicionado (a condición de que bajaras la ventanilla) y todo forrado de plástico, que en sustitución de las escobas voladoras se habían comprado estas brujas. Entonces me acuerdo de algo que me dejó impresionado y que me ha hecho retener para siempre esta jornada. Mi madre estaba muy inquieta; tuvo la intuición de que me había pasado algo. Casi a la misma hora que yo estuve a punto de ahogarme ella presintió que yo estaba en peligro.

Luego he llegado a otras intuiciones. La zona sin yo saberlo ha sido la patria chica de la línea paterna de mi madre. Mi bisabuelo trabajó en el propio Faro. Y yo, antes de saber nada de esto, siempre he sentido estos lugares como muy cercanos a pesar de no haber vivido nunca en ellos. Mi padre su último destino de maestro -desde donde se lo trajeron prácticamente moribundo- fue el Pozo de los Frailes (un pueblo en mitad del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar). Tengo la impresión que existen lugares que te advierten que tú tienes algo que ver con ellos la primera vez que los visitas. Esta zona me habla.

Entre la barriada del Cabo y el propio Cabo de Gata donde está la torre de señalización marítima habrá unos ocho kilómetros de ida (total 16 kilométros de marcha). Se emplea toda la jornada saliendo por la mañana desde el pueblo.

El camino es un llano entre el golfo de Almería y las propias Salinas. Hacia la mitad de la caminata nos encontramos la Iglesia abandonada de la Almadraba de Monteleva. El nombre le viene porque en esta zona del golfo era tradicional el paso de atunes. La otra industria hoy inactiva, a la que se debe la construcción de la Iglesia, es la de extracción de sal. La Unión Salinera Española a principios del siglo XX explotó este paraje. La minería de la sal, del hierro y del oro han labrado el paisaje de la provincia.

La Iglesia es un desafío vertical al llano. Impone entre tanta horizontalidad. Desde la muralla natural de la Sierra de Gata se aprecia menos; pero viniendo desde el pueblo es un hito que te hace la marcha infinita, ya que lo ves pero tienes la sensación de que no llegas.


Iglesia de la Almadraba de Monteleva. Agradezco a http://www.jesusheredia.com/ su autorización para publicar esta fotografía http://www.pbase.com/hergas/image/60141356 de su propiedad.


Lo duro es al final del primer sentido de 8 kilométros comenzar la subida por la Sierra de Gata hasta alcanzar la estribación del Cabo del mismo nombre. Desde alli vemos el litoral de levante. Este es el Oriente de Andalucía.
Almería es una Andalucía extraña; a medio camino entre Murcia y Granada. Antonio Gala la ha definido como la más bizantina. Hoy no queda nada de eso, claro. Como metáfora está bien. Bizancio nada menos que en época del gran Justiniano (551) ocupó todo el Sur peninsular. Se encontró toda una población hispanorromana que entonces no estaba compenetrada con los visigodos; gentes éstas que no hablaban latín, no eran católicos y despreciaban el comercio. Fue fácil la penetración frente a una nobleza visigoda que era vista por el patriciado hispanorromano como bárbaros. Pero tal presencia lo más que pudo prolongarse fue por estos lares hasta el 621.



El Faro en la estribación de la Sierra de Gata

19 comentarios:

Donna Angelicata dijo...

"También en tierra firme hay completos naufragios; salvarse y salir de ellos es hermoso y digno de premio."

Dardo dijo...

Anda que no; que se lo digan a vd. que originó el mito de Venus saliendo de las aguas y luego naufragó ante la estulticia de todos los anónimos de este mundo.

animalpolítico dijo...

Preciosas vivencias, hermoso relato, inmenso homenaje a la tierrina.

Fíjate si me queda lejos Almería de mi León natal, pero recuerdo unas vacaciones en Almerimar allá por el 99. Imposible y árido paisaje de plásticos. ¡Pero qué agua! Y el acento, andaluz pero no.

Dardo dijo...

Gracias Animal. Seguro que tú y yo concidimos en estas "patrias" mágicas e inofensivas.

Amigo las mejores playas vírgenes; las calas que tienes la sensación de haberlas descubierto.Los paisajes interiores llenos de luz. Todo esto se da en esta zona (una vez que doblas el propio Cabo viniendo desde el poniente almeriense y enfilas sentido norte al litoral levante).

Lo del acento. Tú mejor que nadie lo habrás observado. En la zona que estuviste hay muchas gentes provinientes de la Alpujarra granadina al son del desarrollo de la agricultur intensiva. Más al levante (este) se pierde más el andaluz.

Un abrazo.

Enriquenonpraevalebunt dijo...

Felicidades por tu descripción de los hechos. A veces me quejo de lo extenso de tus entradas pero hoy podría haber seguido algo más incluso, parece a uno estar leyendo novela costumbrista.
No conozco el Cabo y eso que soy de Andalucía pero esto es tan grande y los almerienses estáis tan al otro lado que yo qué se.
En cuanto a la cuestión histórica efectivamente fue el gran Leovigildo el que volvió a recuperar casi todo el territorio perdido. Es cierto que los hispanorromanos eran más afines con los de justiniano que con los propios godos por su religión y costumbres pero hay algo que no entiendo.
Cuando entran los de Bizancio, la familia de San Leandro y hermanos (San Isidoro, San Fulgencio y Santa Florentina) abandonan Cartagena parece ser que por falta de libertad. No sé es algo que no termino de entender.

Dardo dijo...

Enrique; celebro que te haya gustado. Con el Occidente andaluz a mi me pasa algo parecido. La misma repoblación cristiana de la Reconquista era distinta; mientras por esa zona los nuevos pobladores eran sobretodo leoneses y castellanos; por ésta eran navarros y vizcaínos. Curiosamente existen estos patronímicos por aquí (entre mis apellidos maternos está el de Vizcaino).

Hay varias Andalucías con marcadas diferencias. La Andalucía Oriental tiene más que ver con Murcia y el Levante que con Sevilla.

Lo de Bizancio ha sido por mi parte una reincidencia en la metáfora de Antonio Gala. Sobre el asunto que reseñas pienso que tal vez ( a modo de hipótesis porque mis conocimientos son bien sencillos) que: a) ellos fueron perdedores de la invasión bizantina al formar parte de la élite visigoda (la madre de ellos era goda y el padre duque de Cartagena) y b) los invasores bizantinos serían católicos, de lengua latina y comerciantes; pero sobretodo, sobretodo, estaban acostumbrados a una estructura de poder imperial centralizada que inevitablemente vería con malos ojos autonomías de noblezas locales que además hubieran estado conectadas con el morbus gothorum ( esto último como broma final por mi parte).

Enriquenonpraevalebunt dijo...

Pues si la madre era goda y el padre duque de Cartagena, es posible que huyeran de las pretensiones imperiales. Puede ser una buena explicación.
Pues no creo que fuesen entonces muy amigos de Atanagildo.

animalpolítico dijo...

En parte como compensación por otros desencuentros en mi blog, pasaré a darte unas referencias acerca de la situación de esa zona de Hispania en época prerromana y romana, el período histórico que mejor conozco.

El rincón sudeste de la Península estaba habitado por dos pueblos que nuestras fuentes históricas griegas, romanas y nativas llaman Bástulos y Bastetanos. Este par de nombres también hacen referencia a un único pueblo en Estrabón (3. 4. 1; 3. 4. 14), aunque otros autores, como Ptolomeo (II, 6, 13 los bastetanos y II, 4, 6 los bástulos) o Plinio (3. 19-20 los bastetanos y 3. 8 los bástulos) sí los distinguen. Parece que los bastetanos habitaban la zona costera de Andalucía oriental desde Málaga o quizá sólo desde Almería hasta el límite meridional del territorio contestano, en los alrededores de Cartagena. Prácticamente ocupaban las provincias de Jaén, Granada, Almería, Albacete y Murcia. Ocupan la mayor parte del área epigráfica ibérica meridional. Los bástulos ocuparían la costa entre Cádiz y Gibraltar, aunque luego se irían extendiendo hacia el este.
En territorio bastetano se encuentra también un topónimo Basti, hoy Baza, quizá en relación fonética con el nombre antiguo.
En cuanto al radical Bast-, no conocemos una explicación desde el indoeuropeo, posiblemente porque el nombre no sea de esta familia. Quizá sea ibérico, pero no lo sabemos.

Saludos

Dardo dijo...

Animal; gracias. Me abrumas con tu saber siempre tan bienvenido. Pero hombre ya me deberías de conocer un poco; me gusta algo la polémica. Ponerle un poco de sal a las cosas. Simplemente.

Un cordial saludo; caballero.

Dardo dijo...

Enrique; supongo que los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Y Atanagildo parece que era contrario a los bizantinos.

El caso es que según la documentación que manejamos luego San Leandro convierte a Hermenegildo al catolicismo y lo enfrenta a su padre (Leovigildo) recabando auxilio de ¡¡¡los bizantinos!!!. Al final conseguirá (ya no sé si el o su hermano Isidoro) convertir a Recaredo.

Enrique; ¿líos de élites?. No sé. Pero los bizantinos eran católicos y los visigodos arrianos en el momento que ellos deciden salir de Cartagena. Me quedo al final con tu misma incógnita.

M.Angel dijo...

Disculpa mi intromisión Dardo, es para decirte que los correos que te envío me son devueltos, ¿ has cambiado de correo electronico?.

Un saludo y reitero mi disculpas.

Dardo dijo...

Miguel Angel; es que no abro el correo con regularidad. Ya sabes que siempre, siempre, eres bienvenido ¡¡grandísimo avalista!!.

Enriquenonpraevalebunt dijo...

Parece que San Hermenegildo se convierte gracias a la influencia de su mujer (Ingunda).
Leovigildo se trae a su lado a San Leandro en los últimos días de su vida y reconoce el error del arrianismo de manera que recomienda a Recaredo que acepte la fe romana. Leovigildo muere en el 586 y el año siguiente Recaredo anuncia su conversión y pide al clero arriano la renuncia a la doctrina del concilio de Rímini (fórmula apaño arriano). Ya sabes, en el 589 el III Concilio de Toledo.
Parece que Masona (Obispo de Mérida)sí que apoyaba la revuelta de San Hermenegildo pero la postura de San Leandro se acercaba más a la prudencia viendo en Leovigildo a un rey con clara tendencia romana.

Sigurd dijo...

Estimado Dardo, su peculiar experiencia con sus tatas me ha hecho reir un par de veces. Me ha parecido un relato un poco malvado y muy divertido (acaso lo primero sea requisito de lo segundo).

Y se agradece la clase de Historia, da gusto, la verdad, encontrarse con gente tan erudita.

Un cordial saludo a todos.

PD: Hasta uno se plantea pasarse por Almería, zona hasta ahora desconocida para servidor.

Dardo dijo...

Gracias Enrique. Al final me has instilado poco a poco una duda en un episodio que yo creía con cierta temeridad como evidente (la simpatía católica hacia los bizantinos y desagrado frente a los visigodos por arrianos). Todos los días se aprende.

Apreciado Sigurd. Los agradecimientos a Enrique y a Animal; yo no he hecho más que hipótesis en el aire. Me alegro que se haya divertido; yo mismo me reí bastante al hacer la entrada recordando todo aquello.

Hay algo de malvado sí; pero a la vez de cariñoso. Que quiere que le diga. Yo las adoro y "odio" al mismo tiempo. Me siguen tratando como un niño en la actualidad pese a mis años. No dan crédito a nada de lo que digo, pienso u opino, a pesar de hacerles de asesor fiscal gratis de su negocio. A la fuerza están empeñadas en saber más derecho tributario que yo sin haber siquiera obtenido el graduado escolar. Para que le voy a contar si hablamos de política si les confiscaron todos sus bienes (por ser su abuelo Alcalde republicano radical); ni me atrevo a decir lo que pienso no vaya a ser que me peguen (que son capaces). Aun así ¿piensa que soy malvado?. ¡¡Son brujas; pero que nadie me las toque!!.

Si se viene por Almería en alguna ocasión;me llama y nos tomamos unos vinos y hacemos un recorrido tapeador aparte de los históricos. Luego le dejo libre para que explore la provincia.

Saludos.

J. G Centeno dijo...

Pasé, desgraciadamente hace ya muchas lunas, unas vacaciones de mochilero por esa bendita zona de España, y recuerdo con especial devoción unas playas cercanas a San José, de una recuerdo perfectamente el nombre Genoveses, la otra, maravillosa, creo que se llamaba Mensul o Monsul o algo parecido, yo acababa de aprobar la reválida de sexto, año 1972, y estuvimos por aquellas playas, absolutamente sólos, si exceptuamos a unos extranjeros de aspecto extraño, a los que imitamos poniéndonos en pelota picada sin que nadie nos dijera nada, y estabamos en 1972. Me gustaría volver por allí, pero me da miedo encontrarme con tremendos edificios de apartamentos en primera línea de playa.

Dardo dijo...

Javier; es que esas playas son idílicas. Doblando el Cabo -viniendo de Almería- todo ese litoral levantino tiene unas playas increíbles. La zona está declarada Parque natural marítimo-terrestre y esto ha frenado el hormigón aunque hay muchas presiones (ejemplo la famosa polémica y escándalo de construir un hotel gigantesco en la playa del Algarrobico que debe ser derruido).

Sí; lo del nudismo en la zona es bien antiguo. Y se ha hecho la vista gorda tradicionalmente todo sea (sobretodo antes) por las benditas divisas. Hicieron muy bien si se encontraron a gusto. Si vuelve por aquí al menos en la Capital le puedo ser de ayuda y compartiremos unos vinos; rojo para Vd. y los suyos, y blanco de aguja para mí.

Persio dijo...

Yo estuve un tiempo viviendo en Lorca, Murcia. Y recuerdo que me recorrí toda esa preciosa costa: Mojácar, Carboneras, el cabo de Gata.
¡Fantástico!

Dardo dijo...

Persio. Sí que es fantástica. La Isla de San Juan de los Terreros en Pulpí es lo que tendrías más a mano viniendo de Lorca.

He creado un enlace a tu revista y mi apartado de prensa. Ha pasado mi durísimo Nihil obstat. Es el primer enlace no institucional que pongo. Soy muy reservado para esto. Conviene tener una mirada de humor, destello genial y estética todo eso mezclado. Gracias.