martes, 12 de junio de 2007

Nuestra forma política: La Monarquía de todos.

No me suelen gustar los debates esencialistas, ya que se me antojan doctrinarios; jacobinos. En la Revolución francesa precisamente los jacobinos pretendieron construir una república secular, pero la acabaron convirtiendo en una forma de religión civil con sus dogmas, ritos, símbolos y prácticas, tales como una moral austera, un nuevo calendario, una particular música coral, nuevos templos, sacerdotes, mártires, fiestas y procesiones, y un cuerpo de misioneros armados de la fe revolucionaria.
Los jacobinos de ayer convirtieron la Revolución en una religión como lo hiciereron los nacionalistas y los socialistas con la nación y con la revolución.
Por ello no me gusta impartir doctrina política, porque con frecuencia supone alterar la realidad con objeto de que se acomode a la dogmática. La doctrina busca creyentes para su credo político. Esto sería teología política.
Es usual hoy tanto a un lado y otro de las posiciones políticas vigentes tener una actitud como condescendiente con la forma política denominada Monarquía.
Os señalo que mi enfoque va a ser antes que nada jurídico y centrado en nuestra realidad. Ya que me voy centrar en nuestra norma fundamental (Constitución). Precisamente el art. 1.3 dispone que la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. Es a la hora de interpretar este artículo donde se muestra esa condescendencia señalada; consistente en decir que la Monarquía es un símbolo. Lo que pasa es que esta conclusión es harto cicatera; en primer lugar por minimizar "lo simbólico".
Símbolo es una palabra que viene del griego symballein un verbo que significaba concurrir, fusionar; se trataría de un rito antiguo: dos partes de una sortija, de un anillo o de una placa que se podían ensamblar entre sí eran los signos por los que se reconocía a los huéspedes, a los mensajeros, a las partes contratantes; así poseer una parte de ese objeto daba derecho a una cosa o a recibir hospitalidad. Symbolum sería así la parte que necesita de otra para ensamblarse, generando así reconocimiento mutuo y unidad. ¿Os parece poca cosa que una comunión de personas se sienta vinculada entre sí gracias a signos que les proveen de identidad, unidad y continuidad?.
En segundo lugar, por querer reducir la monarquía parlamentaria a ese aspecto únicamente simbólico. Y es que en Europa occidental esta institución ha permitido desenvolver el cambio político ( revolución sin sangre) a través de cauces jurídicos. Este fenómeno que en Inglaterra se diluye en la historia como práctica de un derecho consuetudinario se ha hecho en España en un período de dos años. He aquí una primera gran legitimación de la Monarquía en nuestro sistema. Ha propiciado el cambio político ( de una dictadura personalista a una democracia parlamentaria ) sin terror revolucionario; es decir, sin crímenes. Y esto porque en una sociedad pluralista los ciudadanos que no pueden encontrar el símbolo de la unidad común en un partido vuelven sus ojos a la Corona como representación de la unidad y la continuidad; ya que el Monarca aparece como la representación personal del Estado, que encarna, por la propia naturaleza del Estado, un principio de libertad frente a la lucha de intereses sociales. Los hombres del Gobierno son hombres de partido frente al Rey que se identifica con esa idea del Estado como garante del derecho, de la justicia y la libertad; por encima de las clases sociales y las oposiciones de intereses.
Por esto afirmo -con el profesor Sánchez Agesta- que la Monarquía en España no es ni una institución puramente representativa ni un residuo histórico que gravite con su pompa cortesana sobre la nación. Y menos es un freno para la democracia, sino que la experiencia demuestra que es la institución que ha hecho posible la estabilidad evolutiva de las democracias occidentales en aquellos países, como Gran Bretana, Bélgica u Holanda, que no han sido sacudidos por los vendavales de guerras, revoluciones o golpes de Estado.
Existe, además, un hecho importante: la Constitución de 1978 fue ampliamente aprobada. Así de los 17.873.301 ciudadanos que votaron; 15.706.078 votaron sí. En ese momento el total del cuerpo electoral era de 26.632.180 millones de electores. Esa fue la decisión soberana del pueblo español. La Monarquía fue el puente que permitió desconectar sin traumatismos el 18 de julio de 1936 con el 27 de diciembre de 1978.
¿Pero que poderes tiene el Monarca para justificar su magistratura?. Decimos que reina pero no gobierna. ¿Se entiende esta sutileza?. Volvemos al simbolismo y sin caer en la condescedencia de mirarlo como algo vacío, deberíamos ahondar más allá de la superficie. Estamos ante una magistratura imparcial (porque no toma posición por ningún partido), que permite la continuidad del Estado más allá de la vicisitudes del tránsito político del presente. Por eso la institución tiene que ver con la biología: continuidad, herencia; todo ello como garantía de estabilidad de las demás instituciones claves del orden constitucional.
¿Pero es esto justo?. La verdad es que así se ha establecido por la soberanía nacional ( existen también las monarquías electivas, históricamente ciertas monarquías germánicas y actualmente en nuestros días el caso más claro es el Pontificado donde se elige con carácter vitalicio). Actualmente, y relacionado con esta idea de justicia, asistimos a un debate, creo que menor, sobre su carácter discriminatorio referido a la prevalencia del varón sobre la mujer. Esta polémica sostendría que en la actualidad no sería justa por discriminatoria. Pero si se aborda sin pasión la cuestión, hay que indicar que el término discriminación no es en modo alguno sinónimo de injusto. Y es que la propia naturaleza de ciertas situaciones hacen necesario discriminar: así en materia de impuestos existe el principio de progresividad que obliga a pagar más a quien más gana ( ¿no es esta distinción, diferenciación o discriminación justa? ). La institución tal como se ha venido desenvolviendo exige una distinción o discriminación y esta es justa porque así lo ha plebiscitado el pueblo español (quien obviamente como Soberano puede reformar esta regulación).
Otro tópico haría referencia a su coste económico. Consultad la siguiente web: http://www.minefi.gouv.fr/ , que es la página del Ministerio de Economía, Finanzas e Industria de Francia; en ella, según datos del propio gobierno francés contenido en la ley de finanzas para 2006 (el equivalente a nuestros presupuestos generales del Estado) la dotación presupuestaria para atender los gastos de la Jefatura del Estado francés, es decir, al Sr. Presidente de la República francesa, ascienden a 32.4 millones de euros. Esto quiere decir que la forma política española (entorno a los 8 millones de euros) sale más barata que la forma política francesa. Pero, en todo caso, el argumento sobre lo caro es en sí falaz, interesado y demagógico, porque los presupuestos en los países democráticos los aprueba el parlamento. Es decir: la Jefatura del Estado será lo cara o barata que quiera el Parlamento.

Deberíamos hacernos las siguiente preguntas: ¿Es útil la Monarquía?. ¿Tiene sentido en la actualidad? ¿Tiene que ser para siempre?. La verdad es que esta Constitución ha deparado la mayor etapa de paz y bienestar en la historia de España. Y que tendrá sentido en cuanto cumpla una función. Y es que este debate es en sí formalista; ya que lo importante es si materialmente estamos en una democracia o en una autocracia. Y lo importante es que sepamos que no hay recetas únicas en teoría del Estado. Lo substantivo es un régimen democrático y con libertades y garantías constitucionales. Y, claro está, nada es para siempre; pero sí sería aconsejable tener la sabiduría y finura para elegir siempre lo más acertado.
Bibliografía: "Introducción al Cristianismo". Joseph Ratzinger. Ed.Sígueme. Salamanca. 2002. "Sistema político de la Constitución española de 1.978". Luis Sánchez Agesta. Editora Nacional. Madrid. 1981.

16 comentarios:

Adivagar dijo...

Amigo Dardo, hoy no estoy muy de acuerdo contigo.

Es cierto que jurídicamente la monarquía española es incuestionable, pues así lo marca la constitución. Una monarquía parlamentaria, en la que el rey es el jefe del estado.

A grandes rasgos: no me parece correcto que la jefatura del estado sea hereditaria. Creo que es un anacronismo en los tiempos que nos ha tocado vivir, un atavismo de tiempos pasados. Pero claro, de tiempos recientemente pasados. Es cierto que nos ha proporcionado un periodo de paz, prosperidad y tranquilidad que no habíamos vivido nunca. Pero una vez consolidada la democracia en nuestro país, llega el momento de delegar esa jefatura en el pueblo. Ojo, siempre ha sido así (en nuestra historia democrática). Fue el pueblo el que eligió, ya dentro de los cauces de promesa democrática, una monarquía. No sé si será ya el momento, quizá un poco precipitado. Pero llegará. Entonces llegarán los problemas derivados del concepto que de república tenemos en España, heredados de la guerra civil. Un concepto no compartido con el resto del mundo. En España la república se ve como algo de izquierdas. Y no de izquierda moderada. ¿Qué tiene que ver la forma del estado con las políticas que aplica, me pregunto yo? Creo que la democracia española empieza a estar madura, y va llegando el momento en el que el pueblo asuma que el estado somos todos, que no necesitamos estar tutelados.

Dicho esto, la representatividad que el rey hace del estado español es evidente. Y esa representatividad se traduce también en beneficios económicos en mercados que nos ha abierto el rey, no el gobierno. En ese sentido Juan Carlos es sin duda nuestro mejor diplomático. Pero no debemos depender de que el monarca en cuestión sea apto o no para el puesto. ¿Qué pasará si Felipe se muestra incapaz?

Con respecto a la justicia, la ley sálica no me parece correcta, ni justa. Es discriminatoria e injusta. No es comparable con la presión fiscal en función de los ingresos. Se discrimina a alguien por cuestiones de sexo, cuando esto no influye lo más mínimo en su capacidad como jefe de estado.

Un saludo.

Dardo dijo...

Amigo Adivagar. Antes que nada felicitarte por haberte leído este fárrago. Prometo ser menos denso en lo conceptual y (cuando aprenda a manejar el blog) fragmentar mejor la composición tipográfica.

Pero es que es precisamente "lo hereditario" lo que aporta estabilidad. Lo sutil de la institución es que configura a la más alta representación del Estado (simbolismo entendido como lo he explicado) como permanente; y no al albur del cambio político.

Amigo; hoy la mercancía "progreso" tiene un marketing con el que difícilmente puede competir la mercanía "tradición". Pero la "tradición" (la buena) es un refugio frente al océano proceloso de la realidad donde sopla Caos.

Debemos preguntarnos, a mi entender, por lo más práctico para cada contexto. Y es que no todas las soluciones político-constitucionales son asumibles sin más en cualquier ámbito.

¿Es práctica la Monaquía en España?. ¿Es práctica la república en Alemania?. Sí. En otros países a lo mejor la respuesta es diferente.

A esto me refería cuando decía pretender huir del esencialismo. No todas las realidades se adaptan a una previa dogmática.

¿Es práctico que en la Santa Sede haya una Monarquía electiva consistente en que sea un colegio de príncipes el que designe al nuevo Papa que reinará sobre la Iglesia?. Pues parece que esta aristocracia cardenalicia ha sobrevivido 2000 años.

Una pregunta: Nuestra tradición cainita no crees que dificulta el establecer como discutible (elegible) al Jefe del Estado. No se vería el resultado bien por unos y mal por otros. Trasladamos el estado de confrontación bipartita presente a la función representativa (simbólica en el sentido comentado). ¿Me puedes decir que ganaríamos con eso?. ¿No perderíamos mas bien?.

La Monarquía de nuestra Constitución no tutela al pueblo; lo representa que es distinto. Y es que la soberanía es de la Nación. El Monarca en una Monarquía parlamentaria ya no es el Soberano; es el representante del Soberano.

Puestos a elegir y siendo maximalistas, podríamos extender más allá de términos razonables lo democrático y ir a lo plebiscitario. Pues que si nos dedicamos a elegir todos los cargos públicos (jueces, fiscales,jefes de policía, gobernadores civiles, gobernadores militares). Tal vez ganaríamos en coherencia a una dogmática, pero ¿de verdad ganaríamos?.

Tus temores sobre la posible incapacidad no tienen causa. Es posible provocar constitucionalmente la abdicación y la renuncia del Monarca. Recuerda que el Soberano es el pueblo español.

Me señalas el consabido problema de la discriminación. Estoy contigo no parece moderno dar prevalencia al hombre sobre la mujer. Esto se puede reformar. Pero en verdad no lo creo tan fundamental. Un ejemplo: ¿Que hacemos ahora con la siguiente discriminación?. ¿Cuál te preguntarás?. Pues la del primogénito frente a los posteriores.

Lo que quiero decirte amigo es que la naturaleza de la institución conlleva la discriminación. Pero la cuestión es si es tolerable, aceptable o justa. Por eso puse el ejemplo de los impuestos y la discriminación progresiva.

En fin, amigo, prometo hacerme con el blog y facilitar su lectura; y yo ser menos denso. Está exento de tener que leerme (no cumplas obligatoriamente aquella promesa que me hiciste).

Saludos. ¡Y a atender a tus pequeñajos!.

Maripuchi dijo...

Dardo, en el momento en que se votó la actual Constitución, 1978, la monarquía representaba lo que representaba ... así como la Constitución, con la que, mayoritariamente, estoy de acuerdo porque no deja de ser un compendio de normas elementales de convivencia.
Sin embargo, avanzando en la Democracia, creo que si hoy, 2007, se realizara la misma votación, el resultado podría ser bien distinto.

Comparto con adivagar la visión general sobre la Monarquía y las cuestiones por las que no me gusta. Podría ampliarlas y hacer juicios de valor, pero prefiero ser escueta.

Saludos.

Adivagar dijo...

Dardo, para mí no es una obligación leerte, es un auténtico placer. Da gusto ver hasta que punto de riqueza llega nuestro idioma. Siempre he pensado que lo único esencial de una lengua es comunicarse, aun inventando palabras o expresiones para transmitir una idea. Pero veo que casi que no es necesario, que ya es lo suficientemente rica cuando se domina como lo haces tú.

En cuanto al tema del post, con tu comentario te he entendido mejor. Efectivamente, la monarquía siempre va a tener algo de discriminatorio, por su propia naturaleza, por lo que esa discriminación pasa a ser algo secundario.

Quizá tengas razón en cuanto a lo de la estabilidad y el sentido práctico de la monarquía en nuestro contexto. La verdad es que da para reflexionar. Tienes razón en que ganamos estabilidad, al proteger la jefatura del estado de los vaivenes políticos y nuestro espíritu cainita. Quizá sea mejor que tener un sistema más democrático en ese sentido. Al fin y al cabo no escogemos muchos otros cargos del estado. Lo dicho, es un tema para reflexionar.

No me considero monárquico, tampoco antimonárquico, pero reconozco que la figura de nuestro actual rey ha sido esencial en nuestra historia democrática. Como muchos, quizá sea "juancarlista", quizá no... Como ves, es un tema en el que no estoy claramente definido y en el que tiendo mucho a divagar... Si hay algo que se aprende en estos blogs es que la verdad absoluta no existe. Y el tema es muy complejo. De hecho es muy dificil encontrar dos formas de gobierno iguales en todo el mundo. Haciendo un repaso mental a los estados europeos, vemos que cada uno tiene una característica especial. España monarquía parlamentaria, Reino Unido igual, pero con la característica de la cámara de los lores (¿equivalente a nuestro senado?) hereditaria, francia república tipo "dictador democrático" (en el sentido del poder que tiene el presidente del gobierno), alemania, italia, irlanda, portugal... Los países del este quizá algo más homogéneos. Es un tema complicado, y cada estado lo adapta a sus circunstancias.

Un saludo, Dardo, y a seguir con este magnífico blog. Tus lectores te lo agradecemos.

Blanca dijo...

Yo tampoco soy monárquica, dardo, lo considero como adivagar anacrónico y estirándolo aún más, antidemocrático. Nadie debe ser Jefe del Estado de manera hereditaria y nuestra historia ha dado ejemplos fehacientes de muchos herederos horribles.

Creo en la mayoría de edad de los españoles, que aunque muchos de los líderes políticos lo crean, de tontos no tienen un pelo y tienen derecho a elegir quien debe ser su Jefe del Estado, sin que éso represente que ser una República sea un desastre. Hay una parte de los políticos, generalmente conservadores que siempre andan sacando el fantasma de la república española del pasado. Pero el pasado es éso, pasado, y estamos en el siglo XXI.

Además, a muchos no nos hace ninguna gracia el enorme gasto que significa mantener a la Familia Real y toda la corte, entendiendo por corte sus hijos, nietos, cuñados, primos, tíos y demás parentela. Y tener que pagar dos palacios y sus Casas y que encima, sea un tema tabú para toda la prensa, teniendo en cuenta que alguna de esa prensa no tiene inconveniente en hablar constantemente de temas de Estado que no deberían tocarse, mientras al Rey y familia no le rozan ni un pelo...

Y la República no es de derechas ni de izquierdas, simplemente es un modelo de Estado, como en Francia, Alemania o la mayoría de los países del mundo que no voy a enumerar.

Quedan muy bien en las revistas tipo Hola, con sus fiestas anuales, sus bodorrios, sus ligues y demás bautizos... para entretenernos en la peluquería o en los viajes, pero nada más.

Y sí, puede que algunos eamos en algún grado lo que dice adivagar: juancarlistas. Pero cuando no esté ese señor... que hagan un referendum para ver si los españoles estamos de acuerdo con conservar una monarquía "repuesta" por el dictador, por cierto, saltándose todas las normas dinásticas.

Dardo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dardo dijo...

Maripuchi; nuestra Monarquía fue un puente. Esto ya es algo por sí valioso. Permitió la reforma en paz frente a la revolución traumática. Esto es ya un valor para l@s que apostamos por la racionalidad.

Te tengo que señalar que nuestra Constitución no es lo que dices. No es un compendio pues si así fuera tendría el mismo valor que las antiguas leyes fundamentales del franquismo); es primero que nada una norma efectiva (sobretodo en materia de derechos y libertades) y después un sistema.

Y cuando utilizo la expresión sistema me refiero a que todas las leyes (las actuales, las anteriores y las futuras) deben ser acordes con ella; es decir, ser constitucioanles.

Precisamente esta virtud (norma efectiva y sistema) es lo que permitió "volar controladamente" todo el complejo de normas del régimen anterior; ya que fueron primero derogándose las frontalmente incompatibles con la nueva democracia y otras (sobre las que se presentaban dudas iniciales) siguieron posteriormente el mismo paso.

Tod@s (lo habéis dicho vosotras) venimos de ayer; también la Monarquía. Pero lo fundamental es lo que es hoy esta forma política. Hoy la Corona representa a la soberanía nacional.

Pero estoy contigo. Que todos nosotros somos los dueños. Y hoy se puede cuestionar y decidir sobre nuestra forma política. Pero te has preguntado si esta posibilidad se puede plantear en sentido inverso. ¿Puede abrirse este mismo debate pero teniendo como objetivo cuestionar una forma republicana en pro de una forma monárquica?. Es conveniente reflexionar con la mayor amplitud de miras.

Sobre tu hipótesis de lo que hoy depararía una consulta. Pues puede que tengas razón o no. No deja de ser una especulación. Pero te entiendo. El debate se puede abrir. ¿Sería necesario?. ¿Qué ganaríamos más allá de acomodar la realidad a nuestro proyecto político?.


Adivagar; efectivamente las instituciones tienen una intrínseca naturaleza; aun a pesar que estemos en la "nouvelle vague" de la gastronomía política; que está empeñada en "deconstruir" (matrimonio, familia, etc.). Por eso te señalé que a la hora de analizar la Corona debemos pensar antes que instruMENTAL utilizamos.

Veo que ahora me has entendido profundamente. Yo no he abogado de forma dogmática (esencialista) por la Corona en contra de la República. He defendido la inteligencia política.

Cuando a alguien se le dice que tiene "inteligencia social", se le está otorgando el que tiene habilidad para adaptarse a la sociedad. Pues bien; la inteligencia política es la habilidad que tienen las instituciones para dar una mejor respuesta a la sociedad.

Como ves; me he situado en el pragmatismo.

Blanca; una institución que funciona no puede ser por definición anacrónica; y tampoco puede ser antidemocrática porque sirve precisamente a una democracia. Su naturaleza es aristocrática; te comprendería que me señalaras que su naturaleza no es democrática (es que no lo puede ser; así como lo sólido no puede ser gaseoso); pero no puedo admitir que se la califique de antidemocrática; ya que su función está aprobada por la soberanía nacional.

La historia ha dado ejemplos para todos los gustos: De monarcas insufribles (Fernando VII) y electos criminales (Hitler). No es este un argumento básico.

Pero dicho esto; te comprendo que tienes un proyecto de forma política perfectamente asumible. Y sin duda más de los tiempos; pero ¿más práctico en términos de inteligencia política?.

En cuanto al coste económico. Si lees mi entrada comprobarás que es un argumento espurio.Por dos razones: a) el coste económico lo diseña el Congreso vía aprobación de la ley de presupuestos (luego será lo caro que quieran la mayoría parlamentaria de cada momento); y b)si examinas los Presupuestos españoles comprobarás que la diferencia con la república francesa es como dos o tres veces más costosa la Jefatura de Estado de Francia.

Por supuesto Blanca que la república no sería ni de derechas ni de izquierdas. Pero te quiero hacer una pregunta en conciencia. ¿Tú -sabiendo tu posición- te sentirías identificada, representada, a gusto en definitiva; con Aznar o Rajoy como Presidentes de la República?. A esto es a lo que me refería cuando señalaba que es inevitable que la elección "divida" y que los electores perdedores se sientan "frustrados". Se entiende porque estoy hablando en todo momento de "inteligencia política" y "sutileza".

Y un último matiz, amiga Blanca, la Monarquía instaurada por Franco duró hasta el 6 de diciembre de 1978; fecha en que aprobó en referendum la Constitución. Desde ese momento hablamos de una Monarquía restaurada; sanada definitivamente gracias al acto democrático masivo de su aprobación por la soberanía del pueblo español.

En fin; Maripuchi, Blanca y Adivagar gracias por vuestros comentarios que han permitido digerir mejor la entrada tan densa que hice. Prometo, amig@s, ser menos ladrillo. Un abrazo.

animalpolítico dijo...

Dardo y amigos: ¿de dónde sacáis tiempo para tanto texto? (le dijo el cazo a la sartén...).

Yo creo que pensar que la monarquía fue apoyada como forma de gobierno por el pueblo español es una verdad a medias. Sí, de modo implícito. Pero el pueblo votó sí a la democracia, no a la monarquía, que se presentaba como 'inevitable'.

No sé qué hubiera pasado entonces ante un referéndum exclusivo. Ni qué pasaría hoy. Aunque intuyo que Felipe no engancha aún con la gente como su padre enganchaba.

Yo soy muy pragmático y considero que la monarquía fue un buen método para salir de la dictadura, y que Juan Carlos hizo mucho bien por la convivencia desde su lugar privilegiado.

Me parece esencialmente antidemocrático que uno sea Jefe del Estado 'por nacimiento', pero a la vez es bueno que tengamos una figura, la familia real, por encima o al margen de las luchas cainitas que tanto nos gustan a los semibárbaros hispánicos. ¿Os imagináis la inestabilidad en la que estaríamos si Zapatero fuera presidente de la República? ¿o sería la oposición capaz de respetar, por responsabilidad, algo más las instituciones?

Saludos

garib dijo...

Pues yo diría básicamente lo mismo que animal. Tengo que reconocer que, tal vez a diferencia de algunos republicanos más convencidos, no me parece un problema extremadamente urgente visto todo lo que queda por hacer en otros campos. Casi que diría que si hubiera un apoyo muy mayoritario para eliminar la monarquía, ella misma igual lo promovería.

Yo ya no pregunto de donde sacáis el tiempo, sino las ideas. La web se queda pequeña, ¿que tal si organizamos una emisora de radio online? "Las tardes de animal" o "Dardos kerigmáticos". Si tenemos hasta para hacer un programa de cocina.

dardo, tu casa cada vez luce más, te iba a proponer un fondo blanco, pero ya veo que ya has adelantado.

Dardo dijo...

Animal; hoy he terminado el curso. Voy a tener más tiempo para "seguirte". Pero voy a controlar esto porque creo que nos estamos esclavizando. Aunque es un placer conocer gente como vosotros.

Animal; tan a medias como apoyar el poder judicial, el ejército, la policía. ¿Seguimos con más instituciones que se presentan como "inevitables"?. ¡Vaya adjetivo!.

Tu prevención frente al entusiasmo de esta forma política, encierra en el fondo una virtud tal vez insospechada por ti: Esta forma política no suscita un debate pasional (bipartito); que mejor prueba de su racionalidad. ¡No divide, amigo, no divide! (symballein).

En fin, amigo, bienvenido al pragmatismo y a la inteligencia política. Es el segundo que contamino; después de Garib.

Garib; ¿que hace un sociolingüísta de izquierdas aquí?. En fin; te dejaré por intercesión de Escali.
Para el programa de radio te propongo un título de consenso: "Las tardes kerigmáticas". Había pensado en "Animal-Dardo". Pero; ¿no es esto un oximorón?.

Saludos amigos. Garib; gracias por el asesoramiento técnico. Animal; gracias por la etimología de vestimentum.

M.Angel dijo...

Buen tema el de tu entrada Dardo, en otro blog he tenido alguna "enganchada" al debatir sobre el papel de la monarquía y no quisiera polemizar. Además, ya habeis escrito tod@s lo que pienso al respecto.
Por una vez coincido con el amigo ( perdona la confianza) adivagar en su primer comentario, lo hago mío.
Lo que no entiendo es que se relaciona la república con la izquierda, nunca lo he entendido, discuto al respecto con amigos, los republicanos parecemos unos exhaltados quemando iglesias.¿Cómo no les puede entrar en la cabeza, que se trata de una forma de estado, independientemente de la ideología del partido vencedor en las generales?.
Hay algo que me gustaría señalar, Dardo, ¿ como ves que el rey esté por encima de la ley?, no me gusta que tenga inmunidad procesal, me parece que se pasaron de frenada con el art.53 de la constitución, el jefe del estado debería dar ejemplo.
No pido un referendum, porque tal como he leido en algún escrito de arriba, ya es lo que faltaba para acabar de crispar el ambiente político, pero deseo que en un futuro no demasiado lejano, se acometa la reforma constitucional para cambiar la forma de estado.

Me gusta tu blog, lo he descubierto a la par que el de adivagar, los agregaré a mis favoritos.

Salud y república (jaja)

Dardo dijo...

M. Angel; no hay ningun problema en la polémica, pues esto es lo natural. Y en esta tú casa también tienes todo el permiso para exponer abiertamente tus justas ideas. Otra cosa es que coincidamos.

Amigo; quien no entienda que la república tanto puede ser derechas como de izquierdas, simplemente es que contradice la realidad del Derecho Comparado. Pero te aviso que tampoco la Monarquía (pese a su olor a alcanfor) debe ser entendida como de derechas o como de izquierdas. Un dato fundamental en nuestro contexto: El Rey no es el soberano.

En lo referido a la inviolabilidad e irresponsabilidad de la persona del Rey establecida en el art. 56 te remito al siguiente enlace de doctrina científica:

http://www.injef.com/revista/ue/jfmm_000505.htm

Te sintetizo: Estas categorías se establecen no como un privilegio sino para garantizar el desarrollo de esta potestad.

La inviolabilidad referida a su persona, y la irresponsabilidad referida a sus actos. Recuerda que sus actos (fundalmentamente representativos) requieren para su validez el refrendo; luego transmite su responsabilidad a quien lo refreden (hoy el refrendo es una limitaciñon material del poder regio).

Pero incluso en el caso de responsabilidad de orden personal penal por actos delictivos no relacionados con el ejercicio del cargo. Evidentemente se provocaría una crisis constitucional (algo parecido al impeachment que sufrió Nixon por el Watergate). Y en nuestra Constitución se puede provocar (el Soberano es el pueblo) la abdicación y su incapacitación. Logrado esto dejaría de ser Rey (para que me entiendas porque sé que estás estudiando ahora procesal penal; aunque no es un ejemplo demasiado técnico), dejaría de estar "aforado" (no es una expresión técnica en este caso -no quiero líos- ) y por tanto se le podría juzgar.

Bueno, amigo, que tengas mucha fortuna en los exámenes.

Saludos monárquicos y porque no, también republicanos a lo Niceto Alcalá.

M.Angel dijo...

Dardo: gracias por la bienvenida a tu blog.
Decía eso de "enganchadas" porque en otro blog, un defensor de la monarquía, después de sufrir varios revolcones jurídicos por parte de varias personas, para justificar la monarquía nos quería colar el principio de jurisdicción universal ( art 21 LOPJ) como columna vertebral de la existencia de la monarquía, ( si amigo dardo, te puedes reir)a donde vas, manzanas traigo. Así que hubo que meterle un gol por la escuadra ( estilo Vanistelrooy) y su repuesta fué nombrar a nuestras familias, patético.
Estoy de acuerdo en que el rey tenga inmunidad por actos dentro de sus funciones y que no solo exista el refrendo ,pero que tenga inmunidad al igual que diputados, senadores, parlamentarios de autonomías y defensor del pueblo. Estoy de acuerdo, porque lo contrario puede suponer conflictos cado dos por tres , dado que somos un país de cainistas.
Lo que no me gusta es que tenga inmunidad absoluta, si le pillan en corruptelas sale de rositas ( y si no también, haber quien le pone el cascabel al gato). Pienso que hay un español por encima de la ley, bueno, y su familia.
Gracias por el enlace, ya lo voy a leer tranquilamente.
En cuanto al procesal, creo que se queda para Diciembre, que sea la última en aprobar, estos de la uned la han puesto muy cara y prefiero quitarme filosofía y mercantil II en septiembre.

saludos.

Naide dijo...

Ustedes han discrepado últimamente de infinidad de temas con muchísima intensidad y sin necesidad de tirarse los trastos a la cabeza. Así que lo del cainismo no me sirve.

Creo que la clave de la república española sería dotar a la presidencia de ese "halo apolítico" que tiene actualmente la monarquía. ¿No sería posible dotar de ese simbolismo a la presidencia, con independencia de quien fuera el presidente?

Y si existiera la posibilidad de llegar a ser presidente del país ¿No creen que las posturas políticas se moderarian?.

Por otra parte, me alegra leerle en su propio blog.

Dardo dijo...

Amigo Naide; está claro que eres un Pontifex Maximus de lo civil; y estás por superar lo cainita. ¡Ojalá tengas razón!.

Pero si observas el actual panorama a propósito de asuntos concretos la verdad es que existe una crispación evidente. Y elegir supone "tomar partido por..."; en sí es dividir; saldrá el "partido" (la parte del todo) más mayoritario; forzosamente habrá un partido desplazado y, claro, los ciudadanos que tomaron esa opción.

Un Presidente de República en España elegido por sufragio directo tendría una virtud: Aumentaría la cohesión territorial. Sería un símbolo viviente directo representante de la soberanía nacional; que unitariamente lo habría investido en un plebiscito nacional como máxima magistratura de la Nación.

Me temo, mi estimado amigo, que este tipo de elección, caso de que se instaurara una República, no la iban a permitir las baronías territoriales por el quebranto que esto originaría respecto del actual establisment federal.

No sé si lo conoces, pero el profesor Antonio García-Trevijano en 1994 escribió un ensayo titulado "Del hecho nacional a la conciencia de España o El discurso de la República" que apunta maravillosamente esta cuestión de lo ventajoso de lo republicano sobre lo monárquico desde el punto de vista de cohesionar los territorios.

Saludos amigo.

Naide dijo...

Tomo nota de su recomendación y mire por donde encuentro un lugar a la esperanza en el hecho de que un monárquico me haya introducido a un autor republicano.

La crispación no lo es todo en el panorama político de nuestro país, algunas ilustres bitácoras nos están permitiendo salir de nuestras "trincheras" ideológicas para encontrar muchos puntos comunes. Creo posible tener un presidente de derechas y respetarle, aunque haría todo lo posible para que el presidente fuera de izquierdas. Claro que si reducimos sus acciones a entregar copas de la república y a cenar con dignatarios extranjeros poco iba a importar de que pie cojeara ;)

Por otra parte la "cuestión territorial" es tema para muy largo, yo personalmente lo veo siempre desde una perspectiva organizativa y en ese sentido soy más municipalista que federalista.